Introducción |
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y el trastorno del espectro autista (TEA) son los dos trastornos del neurodesarrollo que se diagnostican con mayor frecuencia.
El TDAH se caracteriza por atención deficiente, hiperactividad-impulsividad, o ambas. Las características principales del TEA son las dificultades en la comunicación social, interés restringido y conductas repetitivas. Aunque los criterios diagnósticos del TDAH y el TEA son eminentemente diferentes, las personas con TDAH a menudo presentan síntomas de TEA y viceversa. Además de la superposición clínica, ambos comparten una base genética.
Para aclarar estas observaciones, se han realizado numerosos estudios de resonancia magnética funcional basados ??en tareas (RMIf) para identificar los correlatos neuronales de las dimensiones de síntomas centrales del TDAH y el TEA. Los estudios de RMIf basados ??en tareas del TDAH utilizaron típicamente tareas de atención e inhibición, mientras que los estudios de TEA se basaron con frecuencia en tareas de reconocimiento facial emocional.
La síntesis metaanalítica de estudios de RMIf basados ??en tareas del TDAH halló una activación atípica en la corteza prefrontal dorsolateral derecha, el putamen izquierdo y el globo pálido durante las tareas de atención, con la ínsula y la corteza cingulada anterior (CCA) implicadas en la inhibición.
En relación con el TEA, la evidencia metaanalítica halló que la activación atípica en la circunvolución temporal superior y fusiforme se asocia con dificultades en la interacción social. El interés restringido y las conductas repetitivas se interpretaron como un reflejo de las deficiencias en la flexibilidad cognitiva, que se asociaron con la circunvolución parietal inferior.
A diferencia de la investigación basada en el diagnóstico, el marco de Criterios de Dominio de Investigación (RDoC, por sus siglas en inglés)